RESULTA QUE un dí a que comía puchero (cocido), Plomín empezó a decir:
– Zapallo! – mirándolo a Berberecho.
– Zanahoria! – mirándola a Martina.
– Nabo! – mirándolo a Nahuel.
– Perejil! – mirándolo a Plomín.
Y cuando le decían algo, él contestaba:
– Zapallo, zanahoria, nabo, perejil, ¡cuántas cosas ricas hay en este puchero!.