Querés jugar a la mancha ? – preguntó Plomí n a Go nzalo.
– No, no quiero. Mejor juguemos a la pelota…dijo Gonzalo
– No, si vos querés yo no quiero, dijo Plomín tenía muchas ganas de molestar a los demás.
Gonzalo preguntó: – ¿A qué querés jugar?
Y Plomín le dijo: – A decir que no a todo.
Entonces le preguntó a Martina:
– ¿Querés jugar al juego de decir que no?
– No. – le contestó Martina.
– Yo también.
– Pero yo te dije que no quería jugar.
– Es que estás jugando.
– Pero no quiero.
– Pero al juego de decir que no, se juega diciendo que no.
– Entonces te digo que sí.
– Qué suerte. Yo también quiero jugar con vos al juego de decir que no.
Al final lo mandaron a que jugara con Berberecho. A Berberecho el juego le gustó, y estuvieron con eso un rato largo. Al final Plomín se aburrió, y no quiso volver a jugar con nadie al juego de decir que nó.