RESULTA QUE un dí a que comía puchero (cocido), Plomín empezó a decir:
– Zapallo! – mirándolo a Berberecho.
– Zanahoria! – mirándola a Martina.
– Nabo! – mirándolo a Nahuel.
– Perejil! – mirándolo a Plomín.
Y cuando le decían algo, él contestaba:
– Zapallo, zanahoria, nabo, perejil, ¡cuántas cosas ricas hay en este puchero!.
Entonces Berberecho le dijo a Plomín:
– ¿Sabías que yo tengo dibujos en la lengua?
– ¿En serio? – preguntó Plomín, curioso.
– Sí, ¿querés ver? – dijo Berberecho, y le sacó la lengua:
– Brrrrr!
– No ví nada – dijo Plomín.
– Miren todos a ver si los ven. – dijo Berberecho, y volvió a sacar la lengua:
– Brrrr!
Y así un montón de veces.
Martina pensó un rato como podía hacer ella también una broma, y por último dijo:
– ¿Vos sabías que te comiste un zapallo vivo, que escucha y obedece? – le dijo a Berberecho.
– ¿En serio?
– Sí.
– A ver, mostrame – dijo Berberecho.
– Zapallo, cómo te va. Zapallo!
– ¡No me digas Zapallo! – dijo Berberecho.
– No te digo a vos, lo estoy llamando al zapallo – dijo Martina.
– Ah, está bien.
– Hola, Zapallo. Zapallo, ¿como estás?
– ¡Pero me estás diciendo Zapallo! – se quejó Berberecho.
– Callate, Zapallo.
Berberecho ponía cara cada vez más fea. Hasta que al final dijo:
– ¿Y porqué el zapallo no te contesta?
– No contesta porque recién le dije que se callara.
Entonces llegó una maestra y retiró los platos.
– No señorita, no se lleve los platos! – protestaron todos.
– Porqué, van a seguir comiendo cocido? – preguntó ella.
– No – dijo Berberecho – vamos a seguir jugando al cocido.
jajaj este cuento me encata xd voy a ber los otros
jajjajajaj ya e visto los otro k chulosss
hola muchas gracias esta rre bueno el cuento justo l q necesitaba chau?
a nosotras dos nos gusta este cuento loco gracioso .el zapallo obediente